lunes, 10 de octubre de 2011

Taller de psicología:Técnicas de Manejo Conductual para padres

Temática: "Técnicas de Manejo Conductual para padres" 
Parte I

Contenidos
Recordemos porque el niño pide las cosas llorando                           
A tener presente
Refuerzo positivo
Para implementar el refuerzo positivo
Economía de fichas                     
A tener en cuenta


Papá y Mamá: ¿porqué un niño pide las cosas lloriqueando o de malos modos?
·         Los niños suelen ser muy constantes y persistentes  en sus peticiones.
·         Conocen los “puntos débiles” de los adultos, muchas veces saben dónde, cómo y a quién insistir para conseguir su objetivo.
·         Para cambiar un hábito que ya ha sido instaurado se tiene que tener paciencia y ser muy constantes y rígidos con la nueva puesta de límites.
·         Hay que tener en cuenta que si durante mucho tiempo se ha acostumbrado al niño a que tras mucho insistir consigue lo que quiere, pretender cambiar esto requiere un tiempo y un esfuerzo.
.
Se recomienda tener presente en todo momento que:
  • Si el niño pide las cosas llorando, gritando, con pataletas o de malos modos, no le hable, no ceda en ningún caso, ni siquiera discuta con él y menos lo castigue.
  • Simplemente opte por ignorar su pataleta hasta que cambie su actitud.

    "Cuando la actitud del niño sea diferente y haga las peticiones correctamente, se tomará en cuenta su opinión y petición. Esto no significa que haya que aceptarla o llevarla a cabo, pero si es posible se intentará aceptar. De esta forma el niño asocia que conseguirá mejores resultados si el modo en que lo solicita es el adecuado..."

    Dos situaciones críticas para los Padres: 

    1.- Aguantar el llanto continuado de su hijo durante un largo periodo de tiempo:

    Tiempo Muerto:

          Es recomendable que lleve al niño a un cuarto o espacio donde le resulte aburrido lo que haya en él, explicarle tranquilamente, pero marcando muy claramente los límites, que puede estar enfadado o molesto por algo, pero que esa no es la forma. Se le deja la cantidad de minutos que correspondan a su edad. Al momento de acabado el tiempo se le va a buscar pidiéndole un abrazo.

    Ignorarlo y excluirlo de la actividad familiar:

          Se recomienda que el resto del grupo se aleje del lugar donde el niño está haciendo la pataleta. Lo importante de esto es que el niño se quede sin espectadores y reduzca sus expectativas de verse atendido y ser el centro de atención
(Sólo en algunas ocasiones, no dejar que se vuelva una rutina).

2.- La escena se produce en la calle: 
Es una situación muy incómoda para los padres, ya que se ven cohibidos o evaluados por las personas que puedan tener a su alrededor. Se tiende a pensar que el resto los está juzgando y criticando por castigar o regañar al niño cuando en realidad, en la mayoría de los casos, no es así.

      Algo que puede quitar tensión a la situación y aliviarlos de la presión al sentirse observados, es explicarle delante de los demás,  el por qué de su castigo y por qué no se va a ceder. 

Refuerzo  positivo:
(Consecuencia positiva, recompensa o premio)

Reforzadores sociales: Elogios, alabanzas, frases de ánimo, felicitaciones, expresiones faciales, contacto físico, escuchar con atención, etc.

Reforzadores materiales: productos consumibles como chicles, chocolate, refrescos; o artículos manipulables como discos, balones, juguetes o cualquier objeto que sea gratificante para el niño: ropa, una habitación para él solo.

Otros reforzadores: permitirle realizar actividades placenteras para él como ver  la tele, jugar en el pc, incluso actividades compartidas como leerle un cuento, pasar rato con los amigos, ir al cine, etc.

Es importante:
“Conocer qué cosas son reforzantes para su hijo/a, y qué conducta en concreto se quiere reforzar, proporcionando este refuerzo de forma inmediata siempre que se dé la  conducta deseada”.
        No obstante, a medida que el niño la vaya adquiriendo, la propia ejecución de la conducta será reforzante en sí misma y no será necesario recompensarla continuamente.

Para implementar bien el refuerzo positivo es necesario:
  
1.       Especificar bien la conducta a modificar.
2.       Identificar reforzadores eficaces.
3.       Administrar de forma inmediata luego de hecha la conducta que se desea.
4.       Utilizar varios reforzadores, para evitar aburrimiento, por mucho que nos guste algo, el realizarlo de forma repetida nos puede llegar a cansar y perder su valor reforzante.
5.       Acompañar todo refuerzo material o de actividad con los reforzadores sociales, menos costosos, más accesibles e inmediatos y de un gran valor que permite ir desvaneciendo el resto de las recompensas.
6.       Estimar cantidad óptima de reforzador.
7.       Pasar de un refuerzo continuo (refuerzo que aparece siempre tras la emisión de la conducta deseada) al intermitente (aparece sólo en ocasiones, alternado con refuerzos sociales).


“Lo anterior es la base de una técnica llamada economía de fichas, utilizada para la instauración y control de conductas complejas para el niño/a”.

Economía de fichas:
- Es una técnica específica para desarrollar   conductas incipientes y también para  disminuir conductas problemáticas.
- En ella intervienen el reforzamiento positivo (las fichas que el niño/a ganará por las respuestas deseadas) y el castigo negativo (las fichas que perderá por hacer conductas no   deseadas).
- La técnica consiste en establecer un sistema de refuerzo mediante la utilización de unas pequeñas fichas o tarjetitas (stickers, clips,   etc.) para premiar las conductas que se desean establecer.
- Realizando las conductas que se determinen   previamente los niños son recompensados con fichas que posteriormente son intercambiadas por reforzadores materiales y/o sociales que, en un principio se han acordado con los padres.

Para utilizar correctamente el sistema de fichas, previamente y de modo conjunto (padres y niños) deberán fijar claramente el valor de las fichas o puntos que se otorguen y las conductas que van a ser premiadas. Dichas conductas deben corresponder a aquellas situaciones que ustedes como padres deseen implantar en el niño (disciplina, atención, tarea académica, etc.).


 Las fichas deben tener un valor de intercambio muy claro para el niño y referirse tanto a situaciones gratificantes que se puedan obtener (escuchar durante unos minutos una grabación preferida) como a refuerzos materiales (golosinas, lápices, etc.).

  •  Una vez puesto en funcionamiento el sistema inicialmente se debe reforzar con fichas cada vez que ocurre la conducta deseada para motivar al niño y lograr implementarla.
  • Cuando la conducta ya está adquirida y mantenida, se deberá reforzar de un modo intermitente. Del mismo modo, los intercambios de fichas o puntos deben ser frecuentes en el inicio de la aplicación del programa para, posteriormente, retardar de modo gradual y progresivo el intercambio.
  • Cuando las conductas se vayan instaurando y consolidando paulatinamente se debe ir espaciando los intervalos de intercambio de tal modo que se produzca una deshabituación progresiva de las fichas y de los reforzadores que obtiene el niño reemplazando los anteriores reforzadores materiales por reforzadores sociales (elogio, alabanza, sonrisa, aprobación, etc.).
A tener en cuenta:
  •  Los niños deben tener en un lugar bien visible de la casa cuáles son las conductas a realizar.
  • Deben figurar el número de puntos o de fichas a ganar por la realización de cada una de ellas en los espacios de tiempo que se establezcan inicialmente.
  • Deberá asociarse la entrega de la ficha al niño con un reforzador social (comentario positivo).
  • Cuando el niño realice una mala conducta deberá entregar el número de fichas que se haya establecido (costo de respuesta) sin que ello ocasione ningún tipo de alteración emocional. Sencillamente se le indicará qué conducta no deseable ha  realizado y cuál es su costo y proceder a la recogida de las fichas.
  • Administración frecuente de fichas al inicio del programa.
  • Aclararle siempre al niño porqué motivo recibe o pierde una ficha con el objeto de que asocie la relación: conducta deseable-consecuencia positiva, y, conducta indeseable-consecuencia negativa.
  • Deberá asignarse un lugar determinado de la sala para el canje de fichas por reforzadores.
  • Los reforzadores más codiciados deberían poseer un valor más alto en fichas.
  • Los reforzadores materiales deberían estar expuestos a los niños.         






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